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Perros del Infierno

APARECE EL BULGARO: ASESINOS A 2.000 EUROS

Redacción.- Bulgaria es un país de frontera entre Europa y el mundo islámico. Pero es algo más. Durante la Guerra Fría, los servicios secretos búlgaros realizaban algunos cometidos que eran comprometidos para el KGB. Agentes búlgaros estuvieron implicados en el intento de asesinato del Papa Juan Pablo II y hoy, cuando ya se ha desmantelado el Estado socialista húngaro, es posible reclutar en las calles de Madrid o Alicante, asesinos de esa nacionalidad, capaces de cometer no importa qué crimen por abominable que sea por apenas 2.000 euros. El nombre de un búlgaro ha sido encontrado en la agenda de "El Tunecino"... falta saber qué hacía ahí ese nombre. Las autoridades búlgaras no han concedido mucha importancia al asunto y el ciudadano en cuestión goza en estos momentos de libertad. ¿Y si alguién hubiera contratado asesinos en cualquier país del Este? Son los asesinos ideales: vienen, matan y desaparecen para no volver nunca más. Bulgaria, por lo demás, no está integrada en el espacio Schengen...

Detenido en Bulgaria un integrista cuyo nombre apareció en casa de «El Tunecino»
D. MARTÍNEZ / J. PAGOLA/

MADRID. Tony Rades, de nacionalidad búlgara, se encuentra en libertad vigilada en su país por su presunta vinculación con los atentados del 11-M. El arresto de esta persona, conocida también por el alias de «Annas el búlgaro», se produjo el pasado 8 de abril en Bulgaria. Su detención fue confirmada ayer en Sofía por Angel Alexandrov, jefe del Servicio Nacional de Investigación. En sus declaraciones ante la Policía búlgara, dijo que entre sus planes estaba cometer un atentado contra el aeropuerto de Sofía, aunque los investigadores no encontraron en su poder ningún dato que lo avalase. Rades se marchó a su país una semana antes de los atentados, tras haber residido en España en los últimos dos años. Durante este tiempo trabajó como asistente de un imán de una mezquita de Madrid.

La Policía española tuvo conocimiento de la vinculación de este ciudadano búlgaro con los criminales del 11-M a raíz de los documentos encontrados en la casa de uno de los terroristas. En concreto fue en la vivienda en la que residía Serhane bin Abdelmajid Farket, «El Tunecino», líder espiritual de la célula islamista y coordinador de los atentados. En el registro efectuado en este piso, los agentes encontraron unas anotaciones en las que figuraba el nombre de Tony Rades. Tras este hallazgo, la Policía trató de localizarle en Madrid y en el transcurso de estas investigaciones averiguó que se había marchado a su país el día 3 de marzo, es decir, una semana antes de producirse la matanza. Ante ello, los agentes españoles se pusieron en contacto con sus colegas búlgaros, que el pasado día 8 de abril lo detuvieron. Hasta ayer no trascendió su captura.

En la casa de Rades, los policías encontraron unos croquis sobre fabricación de bombas. Estos documentos fueron remitidos a la Policía española, que ha podido comprobar que en ellos no se recoge ningún dato sobre cómo fueron confeccionados los artefactos explosivos que los terroristas islamistas colocaron en los trenes de cercanías de Madrid. No obstante, sí se han podido determinar que «Annas el búlgaro» estaba estrechamente vinculado con Serhane bin Abdelmajid. Fuentes de la investigación están plenamente convencidas de que el ciudadano búlgaro, antes de marcharse a su país, tenía total conocimiento de los planes criminales que una semana después iban a llevar a cabo los terroristas, ya que, aunque su principal contacto era «El Tunecino», también conocía a los restantes integrantes de la célula.

Rades, que era conocido por personas de su entorno por sus «creencias extremistas, incluso mucho más radicales que las que mantenían algunos de los criminales que se suicidaron en Leganés», llevaba viviendo en Madrid desde hace dos años y trabajó como asistente de un imán de una mezquita de la capital de España.

Además de determinar el grado de participación de este individuo en la preparación de los atentados del 11-M, la Policía española investiga si fue esta persona la que puso en contacto a los terroristas islámicos con el traficante de armas búlgaro que les vendió en Madrid las tres metralletas de fabricación británica encontradas en el piso de Leganés. Estas armas fueron utilizadas por los terroristas para abrir fuego contra los agentes al verse cercados por el dispositivo policial.

http://www.canalsur.es/Informativos/-ArchivoNoticias/2004/05.Mayo/13/130504-sf-004-INT.htm

La Interpol insiste en la pista búlgara del 11-M

Y en relación al atentado de Madrid del 11-M, la policía búlgara ha puesto en libertad un hombre que había sido detenido el pasado 8 de abril al no encontrar pruebas que lo relacionen con los ataques. El detenido salió de España el 3 de marzo y ha estado retenido 34 días.

La Interpol busca a instancias de las autoridades españolas, al menos, a otras cuatro personas de países del Este. El nombre del detenido estaba en los papeles encontrados por la Policía en los registros de la investigación policial y también se estableció la conexión entre los terroristas y traficantes de armas de origen búlgaro que suministraban.

Finalmente, la policía bulgara no ha encontrado sufucientes indicios de esta relación.

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