PRISA PRINCIPAL BENEFICIARIA DEL GOBIERNO ZP
PRISA está recibiendo el pago a su apoyo a ZP entre los días 11 y 13 de marzo. En efecto, en aquel momento, El País se convirtió en el principal portaestandarte del PSOE, intoxicó para él, difundió bulos malintencionados con la única intención de decantar al electorado hacia la opción: he aquí un partido convertido en apéndice de un grupo mediático. Ahora distintos profesionales de PRISA están siendo distribuidos en altos cargos ministeriales. ZP paga sus deudas. De eso no cabe la menor duda.
Periodista del Grupo Prisa sin experiencia en comunicación, perfil de los nuevos responsables de prensa ministeriales
Redacción (04/05/04, 08.42 horas)
La mayor parte de los nuevos responsables de comunicación (dircom) ministeriales del Gobierno Zapatero son periodistas del ámbito de los medios, por lo general afines al nuevo Gobierno, que a primera vista están necesitados de algún hervor más en esto de la comunicación desde el otro lado del mostrador.
Es el caso de Inmaculada Gómez Mardones, experimentada redactora del diario El País, que se ha incorporado al Ministerio de Fomento al servicio de Magdalena Álvarez; o de la redactora de cultura del diario de Prisa, Lucía Argos, que no sabía donde meterse cuando su nueva jefa, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, se comprometió a reducir el IVA de los discos y los libros, el único impuesto que no depende del Gobierno y que requiere la unanimidad de la UE.
Otro caso parecido es el de Lino Ventosinos, un perro viejo, en este caso procedente de la Cadena Ser y editor de los informativos de CNN+, que se ha convertido en el nuevo dircom de Elena Espinosa, la flamante ministra de Agricultura. Ventosinos anda también deseperado estos días, después del resultado de la primera negociación europea de su jefa, que regresó de Bruselas con las manos vacías para los sectores del aceite de oliva, el tabaco y el algodón.
También procedente del ámbito de Prisa es María Jesús Luengo, ex jefa de Economía en CNN+, que se ha convertido en la nueva directora de Comunicación del ministro de Economía, a la sazón vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes; de la misma manera que Lourdes Camino, que se acaba de incorporar al Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados a las órdenes del todopoderoso Alfredo Pérez Rubalcaba.
Otros casos más inocuos son los de Faci Peñate, una redactora de reportajes de la revista Tiempo, especializada en asuntos sociales y solidarios, que ha aterrizado en el Ministerio de Justicia a las órdenes del canario Juan Fernando López Aguilar; o el de Alberto Estévez, nuevo director de Comunicación del Ministerio de Administraciones Públicas, al lado de Jordi Sevilla, que procede del ámbito del periodismo econámico, más en concreto del diario Expansión y la agencia económica Bloomberg.
Otro que no sabe cómo ha llegado donde ha llegado y que estos días no gana para sustos es Francisco Javier Pérez Martínez, nuevo director de comunicación del Ministerio del Interior, cuyo jefe, José Antonio Alonso, no hace más que dar palos de ciego, y que todavía no se ha enterado que lidiar el asunto de la seguridad y el terrorismo no tiene mucho que ver con dirigir la página web de la Universidad Rey Juan Carlos. Los patinazos de su jefe y esa cerrazón que le ha llevado a no pedirle a su antecesora que le explique de que va un departamento tan problemático, tienen a los periodistas especializados en la materia un poco despistados.
Parece que al super-ministerio de Industria llegará, de la mano de Montilla, el periodista Antonio Bolaños, pero no está del todo claro. Mientras tanto, otros departamentos ministeriales como el de Vivienda, de nueva y sorprendente creación; el de Educación, separado contra todo pronóstico -por aquello de que las trasferencias están traspasadas a las Comunidades Autónomas-; o el de Medio Ambiente, cuya titular, Cristina Narbona, anda enredada en la guerra del agua continúan sin definir quien liderará su política de comunicación.
Los que ya tienen experiencia en Comunicación
Por el momento se salva de la quema Juan María Alcina, responsable de comunicación de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, que sólo ve cambiado el nombre de la carismática OID por uno mucho más vulgar: Dirección General de Comunicación Exterior. Moratinos, de momento, ha decidido confiar en él dada su condición de diplomático... y punto.
Entre los profesionales que llegan, con veteranía en el asunto destacan los que vienen de la mano de un jefe que ya tenía mando en plaza y, por consiguiente, su propio aparato de comunicación. Es el caso de José Luis Fernández Peña, hasta la fecha responsable de comunicación de la Junta de Castilla la Mancha, que ha llegado al Ministerio de Defensa de la mano de José Bono, que promete darle trabajo, y mucho, a su hombre de confianza para las cosas mediáticas.
Entre los profesionales con algo de experiencia en la materia, en este caso formados en las tripas del propio PSOE se encuentran periodistas como Félix Albertos, que se ha forjado como jefe de prensa del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, y que es el nuevo dircom del Ministerio de Trabajo, Asuntos Sociales e Inmigración a las órdenes de su jefe de siempre, Jesús Caldera; o Cristina Pérez Cantó, hasta el momento situada en el Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, que ha sido alzada a la posición de dircom del Ministerio de Sanidad y Consumo, a las órdenes de Elena Salgado.
Es el caso de Angeles Puerta, que hace días se incorporaba a la Vicepresidencia Primera al servicio de María Teresa Fernández de la Vega como directora de Información, procedente del departamento de Comunicación de los Comités Electorales Federales del PSOE en los distintos comicios y que en las últimas elecciones generales, asumió la coordinación de la campaña a la Presidencia del Gobierno del propio Zapatero, que se encargó de auparla a su nuevo puesto.
Congreso y Senado
En el Congreso y el Senado las cosas son diferentes. Cada una de las Cámaras cuenta con un equipo de comunicación que no varía pues está compuesto por funcionarios. Así, Jesús Serrano seguirá siendo jefe de prensa del Congreso y Clara Núñez-Lagos, permanecerá al frente del gabinete de prensa del Senado.
Los presidentes de los organismos pueden elegir a un jefe de prensa particular. Aunque Manuel Marín aún no lo ha hecho su colega, Javier Rojo, ha elegido a Francisco Tomás y Valiente, hijo del catedrático asesinado por ETA.
Periodista del Grupo Prisa sin experiencia en comunicación, perfil de los nuevos responsables de prensa ministeriales
Redacción (04/05/04, 08.42 horas)
La mayor parte de los nuevos responsables de comunicación (dircom) ministeriales del Gobierno Zapatero son periodistas del ámbito de los medios, por lo general afines al nuevo Gobierno, que a primera vista están necesitados de algún hervor más en esto de la comunicación desde el otro lado del mostrador.
Es el caso de Inmaculada Gómez Mardones, experimentada redactora del diario El País, que se ha incorporado al Ministerio de Fomento al servicio de Magdalena Álvarez; o de la redactora de cultura del diario de Prisa, Lucía Argos, que no sabía donde meterse cuando su nueva jefa, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, se comprometió a reducir el IVA de los discos y los libros, el único impuesto que no depende del Gobierno y que requiere la unanimidad de la UE.
Otro caso parecido es el de Lino Ventosinos, un perro viejo, en este caso procedente de la Cadena Ser y editor de los informativos de CNN+, que se ha convertido en el nuevo dircom de Elena Espinosa, la flamante ministra de Agricultura. Ventosinos anda también deseperado estos días, después del resultado de la primera negociación europea de su jefa, que regresó de Bruselas con las manos vacías para los sectores del aceite de oliva, el tabaco y el algodón.
También procedente del ámbito de Prisa es María Jesús Luengo, ex jefa de Economía en CNN+, que se ha convertido en la nueva directora de Comunicación del ministro de Economía, a la sazón vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes; de la misma manera que Lourdes Camino, que se acaba de incorporar al Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados a las órdenes del todopoderoso Alfredo Pérez Rubalcaba.
Otros casos más inocuos son los de Faci Peñate, una redactora de reportajes de la revista Tiempo, especializada en asuntos sociales y solidarios, que ha aterrizado en el Ministerio de Justicia a las órdenes del canario Juan Fernando López Aguilar; o el de Alberto Estévez, nuevo director de Comunicación del Ministerio de Administraciones Públicas, al lado de Jordi Sevilla, que procede del ámbito del periodismo econámico, más en concreto del diario Expansión y la agencia económica Bloomberg.
Otro que no sabe cómo ha llegado donde ha llegado y que estos días no gana para sustos es Francisco Javier Pérez Martínez, nuevo director de comunicación del Ministerio del Interior, cuyo jefe, José Antonio Alonso, no hace más que dar palos de ciego, y que todavía no se ha enterado que lidiar el asunto de la seguridad y el terrorismo no tiene mucho que ver con dirigir la página web de la Universidad Rey Juan Carlos. Los patinazos de su jefe y esa cerrazón que le ha llevado a no pedirle a su antecesora que le explique de que va un departamento tan problemático, tienen a los periodistas especializados en la materia un poco despistados.
Parece que al super-ministerio de Industria llegará, de la mano de Montilla, el periodista Antonio Bolaños, pero no está del todo claro. Mientras tanto, otros departamentos ministeriales como el de Vivienda, de nueva y sorprendente creación; el de Educación, separado contra todo pronóstico -por aquello de que las trasferencias están traspasadas a las Comunidades Autónomas-; o el de Medio Ambiente, cuya titular, Cristina Narbona, anda enredada en la guerra del agua continúan sin definir quien liderará su política de comunicación.
Los que ya tienen experiencia en Comunicación
Por el momento se salva de la quema Juan María Alcina, responsable de comunicación de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, que sólo ve cambiado el nombre de la carismática OID por uno mucho más vulgar: Dirección General de Comunicación Exterior. Moratinos, de momento, ha decidido confiar en él dada su condición de diplomático... y punto.
Entre los profesionales que llegan, con veteranía en el asunto destacan los que vienen de la mano de un jefe que ya tenía mando en plaza y, por consiguiente, su propio aparato de comunicación. Es el caso de José Luis Fernández Peña, hasta la fecha responsable de comunicación de la Junta de Castilla la Mancha, que ha llegado al Ministerio de Defensa de la mano de José Bono, que promete darle trabajo, y mucho, a su hombre de confianza para las cosas mediáticas.
Entre los profesionales con algo de experiencia en la materia, en este caso formados en las tripas del propio PSOE se encuentran periodistas como Félix Albertos, que se ha forjado como jefe de prensa del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, y que es el nuevo dircom del Ministerio de Trabajo, Asuntos Sociales e Inmigración a las órdenes de su jefe de siempre, Jesús Caldera; o Cristina Pérez Cantó, hasta el momento situada en el Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, que ha sido alzada a la posición de dircom del Ministerio de Sanidad y Consumo, a las órdenes de Elena Salgado.
Es el caso de Angeles Puerta, que hace días se incorporaba a la Vicepresidencia Primera al servicio de María Teresa Fernández de la Vega como directora de Información, procedente del departamento de Comunicación de los Comités Electorales Federales del PSOE en los distintos comicios y que en las últimas elecciones generales, asumió la coordinación de la campaña a la Presidencia del Gobierno del propio Zapatero, que se encargó de auparla a su nuevo puesto.
Congreso y Senado
En el Congreso y el Senado las cosas son diferentes. Cada una de las Cámaras cuenta con un equipo de comunicación que no varía pues está compuesto por funcionarios. Así, Jesús Serrano seguirá siendo jefe de prensa del Congreso y Clara Núñez-Lagos, permanecerá al frente del gabinete de prensa del Senado.
Los presidentes de los organismos pueden elegir a un jefe de prensa particular. Aunque Manuel Marín aún no lo ha hecho su colega, Javier Rojo, ha elegido a Francisco Tomás y Valiente, hijo del catedrático asesinado por ETA.
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alonso -