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Perros del Infierno

DOS DE LOS DETENIDOS ERAN CHIVATOS QUE INFORMABAN PUNTUALMENTE A LA UCO

El 6 y 7 de mayo, el diario "El Mundo" publicó una noticia espectacular: Rafà Zhueir, uno de los detenidos por los atentados del 11-M, era confidente de la UCO, dirigida por el coronel Félix Hernando, hombre confianza de Rafael Vera, cuando éste era Secretario de Estado de Interior. Zhueir afirmó a un oficial de la UCO que Suárez Trashorras le había ofrecido donamita. Lo más sorprendente era que... Trashorras también ha reconocido ser confidente. DOS CONFIDENTES, DOS DELINCUENTES COMUNES ¿DONDE ESTÁN LOS TERRORISTAS?

6 DE MAYO. "EL MUNDO"

Según el diario El Mundo, el coronel Félix Hernando viajó en tres ocasiones hasta Ginebra para entregar a las mujeres de Michel Domínguez y José Amedo maletines con 50 millones de pesetas
Un confidente del 11-M informaba a una unidad dirigida por un hombre de Rafael Vera, quien fue secretario de Estado de Interior cuando Felipe Gonzaléz era presidente

Redacción (05/05/04, 10.24 horas)

El diario El Mundo afirma este mirércoles en portada que Rafá Zhueir, el marroquí que hizo de intermediario en la adquisición de los explosivos utilizados en el 11-M, reconoce en una carta enviada al Rey y al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que hacía casi tres años que venía trabajando para la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil.

Al frente de esa unidad se encuentra el coronel Félix Hernando, que trabajó a las órdenes directas del ex secretario de Estado de Interior Rafael Vera y que en la actualidad está imputado por la Audiencia Nacional por malversación de fondos y delitos monetarios. Hernando viajó en tres ocasiones hasta Ginebra para entregar a las mujeres de Michel Domínguez y José Amedo maletines con 50 millones de pesetas.

Zhueir, tras ser detenido el 19 de marzo, decidió informar a las máximas autoridades del Estado de su condición de confidente de la Guardia Civil. En una carta manuscrita de cuatro flios, que Zhueir ha dirigido al Rey y al presidente del Gobienro, el implicado en el 11-M admite que conocía a José Emilio Suárez Trashorras, el ex minero que presuntamente facilitó los explosivos utilizados el 11-M, y a otros marroquíes. Rafá explica que puso en contacto a los dos grupos y que siguió investigando para la Guardia Civil para saber a qué se dedicaban todos sus miembros: «Pequeño negocio de hachís que hice. A partir de ahí ya no volví a ver a Emilio Trashorras, que siguió trabajando con más y más moros [sic] Durante casi cinco meses detrás mía [se refiere a la UCO] para que yo me enterara de sus actividades ».

Zhueir aclara en su carta que «yo no soy ningún santo, también he hecho cosas malas, como cualquier joven. Siempre con no hacer daño a nadie [sic], por supuesto». Después, el marroquí -que disponía de permiso de residencia y tenía prometida su nacionalización por parte de los miembros de la UCO para los que trabajaba- reconoce que «esto [el 11-M] es un crimen muy grande».

El confidente de la Guardia Civil e intermediario entre el comando Lavapiés y el ex minero José Emilio Suárez Trashorras apela a las máximas autoridades del Estado y recuerda que «confío en usted y en la Justicia, no me olvide aquí. Soy inocente, yo quiero seguir colaborando con España, como siempre lo he hecho».

7 DE MAYO. "EL MUNDO"

El Mundo publica que dos agentes le dieron dinero al confidente para que alquilara un coche y se entrevistara con el asturiano Castro Toro
Rafá Zhueir, terrorista del 11-M: «Informé a la Guardia Civil de que un asturiano me ofrecía dinamita»

En un prolijo reportaje, elaborado por el periodista Antonio Rubio, el diario El Mundo asegura hoy que en mayo de 2003, un capitán de la Unidad Central Operativa (UCO) al que el terrorista del 11-M Rafá Zuheir conocía como 'Víctor', dio dinero al confidente para que viajara a Avilés a entrevistarse con el cuñado del ex minero Suárez Trashorras.

De regreso a Madrid -siempre según El Mundo- el marroquí entregó a ese oficial, en un centro comercial de Las Rozas, una muestra del explosivo. El oficial de la Benemérita le dio instrucciones para buscar compradores y así poder detenerlos a todos.

«Comencé a trabajar para la UCO de la Guardia Civil hace aproximadamente tres años. Informaba al capitán Víctor y al guardia Rafa. Solíamos reunirnos en un centro comercial que hay junto a la Ermita del Santo, en la Pradera de San Isidro. En mayo de 2003 les informé de que me habían ofrecido dinamita, explosivos, y ellos me dijeron que les siguiera el juego, que me enterara de todo y que se los marcara para poder seguirlos».

Así relata Rafá Zhueir a Antonio Rubio cuál era su relación con la Unidad Central Operativa (UCO), que dirige el coronel Félix Hernando, y desde cuándo sabían que había un mercado negro de explosivos. Zhueir facilitó toda esta serie de datos sobre los explosivos y otros relacionados con el comando Lavapiés a un familiar directo con el que tuvo un encuentro en la cárcel de Valdemoro. Rafá le pidió que trasladara esa información al diario El Mundo (según el propio periódico) para que se supiera que siempre colaboró con la Guardia Civil. «Yo informé [al Instituto Armado] de que un asturiano me había ofrecido dinamita».

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