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Perros del Infierno

"EL TUNECINO": LA CARICATURA DEL INTEGRISTA ISLAMICO

Redacción.- Si excluimos a "El Tunecino", todos los detenidos -sin excepción- y los presuntos suicidados de Leganés, no dan la talla de integristas islámicos. Se trataba, lo hemos dicho por activa y por pasiva de gentes conocidas por la policía... como delincuentes comunes. El único que corresponde al patrón que se espera de un integrista islámico es Sarhane "el Tunecino", un radical muy conocido entre los musulmanes. Iba de mezquita en mezquita difundiendo los comunicados firmados por el seudo-Bin Laden. Nadie le hacía caso. Ni tampoco nadie lo molestaba. A pesar de que la policía lo seguía esporádicamente, nunca le habían molestado. Es evidente que se trataba de un lunático religioso con problemas de adaptación a España. Un lunático, un fanático... pero no necesariamente un terrorista.

EL MUNDO (www.elmundo.es)

Domingo, 04 de Abril de 2004

MADRID.- A Sarhane Ben Abdelmajid, 'el Tunecino', le consideraban un "comecocos". Con una visión distorsionada y fanática de la religión, acusaba a todos los que no pensaban como él, incluso a musulmanes moderados, de ser unos "incrédulos". "Se metía mucho con los cristianos, no se llevaba bien con casi nadie por este motivo. Si no le seguías la corriente, decía que ibas a ir al infierno".

Así le definen algunos de los que le conocieron, correligionarios inmigrantes en su mayoría, que solían coincidir con él en torno a las mezquitas.

Sobre Sarhane, considerado por el Gobierno como el cerebro del atentado que costó la vida a 192 personas en Madrid el pasado 11 de marzo, pesaba una orden de busca y captura internacional desde el pasado miércoles, decretada por el juez Juan del Olmo.

Pero fiel a su concepción vital, decidió inmolarse junto a los suyos antes de dejarse capturar por la policía en su guarida de Leganés, llevándose por delante a un subinspector de los GEO.

Instigador de la 'guerra santa'

El instructor de la investigación de los atentados del 11 de marzo le define en el auto de instrucción como "el presunto elemento dinamizador de la actividad previa de concienciación de la yihad (guerra santa) entre las personas de su entorno".

Muchos de sus compañeros de oración relatan que desde hacía algún tiempo sus creencias se habían radicalizado. "Últimamente se había aislado de todos", dice un joven inmigrante que le conoció hace unos cuatro años, cuando todavía "fumaba e incluso bebía", algo impropio de "un buen musulmán".

Influido por los comunicados de 'Al Qaeda'

La descripción de quienes trataron con él continúa. Piden confidencialidad, quizá por el miedo que infunde un hombre capaz de volar cuatro trenes y convulsionar los cimientos de un país.

"Se volvió muy riguroso, se metía constantemente con los cristianos, con los españoles, y nos llamaba incrédulos a muchos de nosotros, que somos practicantes y sabemos de nuestra religión. No nos ha sorprendido la acusación", dice coincidiendo con la versión de otras personas cercanas a 'El Tunecino'.

Sarhane solía exhibir una larga barba, lo que es 'Sunna'. Los musulmanes, además de en el Corán, creen en la Sunna, la segunda fuente de la ley islámica. Esta agrupa las actitudes, acciones y palabras del profeta, y seguirlas es "Hasanat' (buenas acciones que aseguran la generosidad de Alá).

La Policía asegura que, desde mediados de 2003, comenzó a hacer "expresas manifestaciones" sobre la preparación de un atentado en Madrid, a raíz de los comunicados difundidos por Al Qaeda. "Sarhane veía los mensajes del grupo de Bin Laden a través de algunos canales de televisión árabes", explican en su entorno.

De mezquita en mezquita buscando adeptos

Sarhane tenía 36 años y vino desde Túnez hace ocho para estudiar Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid. Sin embargo, dejó la carrera y realizaba trabajos para los que no se necesita formación académica.

En la actualidad, según se ha conocido de fuentes policiales, se dedicaba a la compra y venta de pisos en una inmobiliaria cercana a la mezquita del barrio de Tetuán.

Hace unos cuatro años solía asistir a las clases de religión islámica de los sábados en la mezquita de la M-30, "pero la moderación que hay aquí no le gustaba y dejó de venir", comentan en el centro.

Desde entonces, Sarhane se movió de un oratorio a otro entre los muchos que existen en la capital. Hay constancia de que se casó en la mezquita de Estrecho, donde aseguran que no va habitualmente, que no le conocen.

Su esposa, de 16 años, "parecía un fantasma"

Su esposa es marroquí, tiene unos 16 años y era conocida en el taller de costura de la M-30, donde acudía los viernes para aprender, como hacen muchas otras.

Vestía de riguroso negro, con guantes y calcetines de ese mismo color. Además, se cubría la cara, al estilo de como se ataviaban en Marruecos hace años. "No ves a otra mujer así en Madrid, tenía un cierto aire fantasmagórico". Sus compañeras no saben nada de ella desde hace tres semanas.

Hace años este tipo de uniones entre musulmanes era más común que ahora, que las niñas acaban sus estudios antes de contraer matrimonio. Al parecer, el hermano de la chica, Mustafá -que está encarcelado en Marruecos en relación con los atentados de Casablanca-, fue quien propició que la joven se casara con Sarhane e intervino en este sentido.

Una pieza clave

El juez Del Olmo aseguraba en su escrito que 'El Tunecino' ayudó a que Jamal Ahmidan, alias 'El chino' y 'Mowgli', alquilara -con pasaporte belga falso a nombre de Youssef Ben Salah-, la finca de Morata de Tajuña en la que, según se desprende de la investigación, se prepararon los explosivos utilizados en los atentados de Madrid. En la casa también habrían estado los hermanos Mohamed y Rachid Oulad, así como el también marroquí Abdennabi Kounjaa 'Abdala'.

La Policía española trasladó el nombre de 'el Tunecino' a Interpol cuatro días después de los atentados del 11 de marzo, tras las primeras cinco detenciones de tres marroquíes y dos indios, según informaron fuentes policiales.

Ahora, con su sombra menos amenazante, los miembros de la comunidad musulmana de Madrid se distancian lo más posible de él y de sus prácticas: "Alguien que conoce el Islam sabe que no se puede hacer daño a nadie, y él se llevaba mal con todo el mundo".

Data:2004-05-17
Font: EL MUNDO (www.elmundo.es/elmundo/2004/05/17/internacional/1084773654.html)

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